tag:blogger.com,1999:blog-72999764044925618402024-03-14T02:27:02.216-07:00La sonrisa de BudaUnknownnoreply@blogger.comBlogger7125tag:blogger.com,1999:blog-7299976404492561840.post-14038254476253567312013-02-26T01:42:00.001-08:002013-02-26T01:46:21.781-08:00La sonrisa de Buda<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-3q4jxaK9QTI/USyDTAcUvgI/AAAAAAAAA54/L7pu1evB7pE/s1600/peque%C3%B1o+buda+sonriente.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="http://1.bp.blogspot.com/-3q4jxaK9QTI/USyDTAcUvgI/AAAAAAAAA54/L7pu1evB7pE/s400/peque%C3%B1o+buda+sonriente.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Al mirarse en el espejo retrovisor del
coche no reconoció ese rostro. Aunque ese personaje que lo escrutaba
con aire compasivo le resultaba extrañamente familiar. Esa mirada
profunda y amorosa lo sacaba poco a poco del amodorramiento. Esa
sonrisa de Buda tenía un efecto tranquilizante. No terminaba aún de
darse cuenta de quién lo miraba desde el espejo cuando otro rostro
se fue dibujando en la superficie del cristal. Un anciano hermoso lo
observaba aún con más amor. A través de los ojos del anciano se
fue desplazando hacia un mundo bonito y acogedor. Percibió el aroma
untuoso de un potaje de verduras mientras escuchaba el crepitar de la
leña seca alimentando el fuego de una cocina antigua.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Al pie del artilugio, una anciana dulce
como una tarta de chocolate lo acariciaba también con sus ojos
luminosos y comprensivos, mientras revolvía el caldo con un
cucharón. Un niño rubio, con zuecos de madera y una sonrisa
esplendorosa irrumpió en el recinto, atraído por el intenso olor
del potaje, y una vaca mugía en la distancia y un perro lobo movía
su cola y jugueteaba con un puñado de moscas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Conocía esa casa. Y a esa gente. Se
dejó arrullar. Se dejó hipnotizar por la escena y a través de la
ventana dimensional de la estancia fue ingresando poco a poco a una
sala de neonatos de una maternidad. Un bebé hermosote atraía su
atención moviendo sus piernitas y bracitos. Lo reconoció. Entonces
la ternura lo inundó y las lágrimas bajaron suavemente por sus
mejillas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Sabedores de que el mensaje había
llegado a su destinatario, los rostros del espejo se esfumaron. Miró
con atención, por si volvían. Pero el espejo le devolvió la
faciana de los últimos tiempos. Barba de varios días, ojos apagados
e irritados, ojeras como zanjas, piel reseca, cabellos encanecidos
prematuramente y ropa arrugada y desastrada. Era el rostro del
sufrimiento, el rostro de un hombre atormentado.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Reconoció la cara con disgusto. En los
últimos tiempos se miraba en el espejo pero no se veía. Una onda
estremecedora le recorrió el cuerpo. Ese rostro delataba historias
tristes y dolorosas. No era Narciso adorando su imagen en el espejo
de agua. Era Dorian Gray, aterrado al contemplar su retrato.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Para huir de esa imagen fantasmagórica,
intentó levantarse del asiento. El cinturón de seguridad se lo
impedía. Soltó el broche y abrió la puerta del vehículo. El reloj
marcaba las tres y treinta de la madrugada, hacía frío, la
oscuridad era total. El silencio de la noche lo hizo sentirse
profundamente solo, perdido en una carretera de montaña.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Una andanada de aire gélido le
abofeteó el rostro dos veces. Un furioso viento del norte apartó de
un manotazo un negro nubarrón y el hombre contempló esperanzado
cómo la luna llena, redonda y clara, aparecía poderosa sobre las
copas de los árboles.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
-¡Hermana luna! -dijo en voz alta.
Tuvo la certeza de que las fuerzas de la naturaleza lo ayudaban a
reaccionar. Percibió un estimulante olor a pino. Inspiró
profundamente y exhaló, dejando caer con fuerza los hombros y los
brazos. Empezaba a tomar conciencia de su cuerpo cuando vio su coche
empotrado contra la ladera de un monte de pinos.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Un balde de agua fría en forma de
lluvia intensa lo obligó a meterse de nuevo en el coche. Comprobó
que el vehículo arrancaba al tercer intento, puso la marcha atrás,
volvió a la carretera y siguió su camino iluminado por la luna. No
era bueno quedarse ahí, aconsejaba la lluvia.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Al llegar a su celda en el monasterio
se dejó caer en la cama. Se embozó con las mantas y suspiró,
exhausto. Estaba a salvo de los inquisidores y maledicentes y se
dejaba arrullar, de nuevo, por el recuerdo brumoso de los amorosos
rostros del espejo. Mientras los párpados bajaban como persianas, lo
volvía a inundar la ternura y la sonrisa de Buda empezaba a
dibujarse en sus labios...</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
(...Vuelve al camino ¿A quién le
importa la hora que marca el reloj de la catedral de Santiago, o el
de la Puerta del Sol, o el de la catedral de Caracas? Observa. Ingrid
Bergman está a punto de llegar. Bebe un sorbo de vodka mientras
escuchas los acordes de una canción antigua ¿Te das cuenta? Viene
de muy lejos, de tu juventud...¡Tócala de nuevo, Sam! Mira cómo
Kim Novak baila el twist ante un embobado Glen Ford y hechiza a James
Stewart con esos ojos felinos y embrujados o hace que Kirk Douglas se
muera por sus huesos...)</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-z2oO6nz3qnI/USyETnVTKWI/AAAAAAAAA6E/5dbu9XFwUfk/s1600/sonrisa+de+buda.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-z2oO6nz3qnI/USyETnVTKWI/AAAAAAAAA6E/5dbu9XFwUfk/s1600/sonrisa+de+buda.jpg" /></a></div>
El anciano con la sonrisa de Buda, con
la mirada compasiva y amorosa, hablaba dulcemente, mientras el hombre
lo escrutaba y sentía que el aire extrañamente familiar se
intensificaba por momentos. No había cuándo, y el dónde se
acomodaba a los deseos del hombre. Ahora era en el Potala. Tyron
Power escuchaba las sabias enseñanzas de un venerable maestro.
Quería descubrirse a sí mismo viviendo en el filo de la navaja.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
(...Actúa. Hablar del futuro sólo es
útil si conduce irremediablemente a la acción. No maldigas más la
oscuridad. Enciende una vela..)</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Ahora en Los Alpes. Alida Valli
reclutaba hombres de acción para subir la montaña trágica y
descubrir la razón de ascender...ascendiendo. Ahora en Los Ángeles.
El hijo de Aaron Eckhart le recrimina a su padre en estado de
postración: “la cagaste, todos la cagamos alguna vez y seguimos
adelante. Te lamentas de ti mismo para no enfrentarte a los hechos”.
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
El anciano se transfiguraba en todos
los personajes y los lugares se sucedían uno tras otro. El hombre
percibía con asombro, mientras sus ojos recuperaban el brillo de
otros tiempos y la sonrisa de Buda se labraba más y más en sus
labios.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
(...Tenía miedo, tengo miedo. Me
siento frágil y desamparado...)</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Y en una noche sin luna, tiritando de
frío en el desierto de Sonora, Don Juan, el indio yaqui, le
explicaba al hombre que el miedo te impide avanzar si lo colocas
delante de ti y te hace huir alocadamente si lo tienes detrás.
Vencer el miedo y hacerlo tu aliado es el primer obstáculo a superar
para obtener claridad. El miedo, una vez vencido, se convierte en un
aliado, en un consejero fiel y confiable.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
(Y cuál es tu mito, preguntaba ahora
el viejo profesor en su torre de Bolingen...No me cuentes historias.
Descubre los mitos que te han impulsado a lo largo de tu vida.
Navega, bucea en el fondo. Conéctate con el núcleo sustancial de tu
ser...Veas lo que veas, te guste o no, ese eres tú, con tus luces y
tus sombras. Las historias sobran. Recuerda aquél sueño recurrente
en el que caías al vacío lleno de angustia. Asócialo a tu
mito...¿Por qué tu empeño en escalar montañas cada vez más
altas?...¡Ah! Veo que asientes...Ya vas entendiendo).</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Y la dulce voz de sor María se abría
paso delicadamente, la piedras de Bolingen se disipaban en la escena
y el viejo profesor se despedía amablemente. Era ahora la vigilia
del viernes santo y el hombre escuchaba, arrobado, la privilegiada
voz de la novicia mientras el dulzón olor del incienso se esparcía
por la capilla e impregnaba de santidad el ambiente. Cuando el cura
lo invitó a besar la cruz de Cristo, acudió presto...Había
entendido el misterio, el profundo y antropológico significado del rito cristiano de
abrazar la cruz... La sonrisa de Buda se labraba más y más en su
rostro.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
-Toc, toc...¿Estás despierto? -
preguntaba la voz desde el otro lado de la puerta.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
-Es hora de levantarse y volver al
camino, querido amigo...El café de la mañana y toda una vida nos
esperan.</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7299976404492561840.post-79593136447328844222013-02-22T03:08:00.002-08:002013-02-22T03:08:23.162-08:00Treinta años después<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-Yxg4p8GeKSQ/USdRjoqv4DI/AAAAAAAAA5o/DV52cJjaWQQ/s1600/el-ojo-thumb.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="356" src="http://1.bp.blogspot.com/-Yxg4p8GeKSQ/USdRjoqv4DI/AAAAAAAAA5o/DV52cJjaWQQ/s400/el-ojo-thumb.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Aquel domingo, cuando caminabas hacia
la universidad, ya no te creías impune...La tarde te acosaba
fielmente y decoraba tu escenario con un cielo gris, habitado por un
aire tenso, irrespirable, tan cargado de impurezas y fantasmas, que
casi sentías en tu cuello el avasallante poderío de las portentosas
manos del estrangulador de Boston.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Cómplices, la larga acera desolada,
dueña sólo de tus asfixiados pasos y tu agonizante presencia, y la
exigua vegetación, reverdecida por tempestuosos aguaceros a
destiempo y pisoteada mil veces por monstruosas maquinarias, se
fundían en espinosa yunta, uncida también a tu castigado cuello,
haciendo aún más pesado tu paso al conjugarse el alevoso
comportamiento del paisaje con la sempiterna duda que te arrastraba,
lánguido, a la dominical paz universitaria.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Caminabas, y tu memoria era un arcoiris
desbordado, nacido al trasluz de innumerables recuerdos, imbricados
inexorablemente con tu paso dubitativo y tu mirada profusa en
incertidumbres, confundida en la irresoluta delineación de fugitivas
formas en la antesala universitaria, a la que tu miopía hacía aún
más huidiza e inexacta y que, a cien metros de tus pasos, adquiría
neblinosos matices de compuerta dimensional hacia el vacío.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Esa tarde, treinta años después, el
paisaje no era aquel gracioso escenario que te conducía, con la
esperanza del apostador eterno y vital, hacia una opción de
libertad, prefigurada en sueños de adolescente y labrada en lo que
considerabas por aquél entonces titánicos enfrentamientos contra
instituciones vacuas, opresoras, castrantes. No era aquella tarde en
la cual una tímida sonrisa impulsaba tus ardientes pasos por aquella
acera polvorienta, donde, muchas decepciones después, te
arrastrarías trémulo y desencantado.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
En esa universidad garibaldina y
mitológica, treinta años atrás, tus palabras detonaban realidades
insensatas y tus manos eran martillos de cantero que destrozaban
mitos fraguados en crisoles infames, personificados en falsos
oficiantes y taumaturgos de neblinosos dogmas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Hacia la universidad caminabas ese
domingo agrio y tu paso len-tí-si-mo intentaba avanzar contra un
aire sólido, compactado en visiones de concreto, aplastantes...</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7299976404492561840.post-3134350633350508782013-02-11T09:30:00.003-08:002013-02-11T09:30:52.327-08:00Color de ella<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-JpvsLDgBudI/URkqdr6lDMI/AAAAAAAAA5Y/3sLov0QzBBo/s1600/deseo.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-JpvsLDgBudI/URkqdr6lDMI/AAAAAAAAA5Y/3sLov0QzBBo/s400/deseo.bmp" width="365" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<i>A Serenella</i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
...Y te vi, después de mucho tiempo,
en aquel café impregnado de recuerdos neblinosos, construído con
olas imprecisas, periódicas, retazos de gente y de tiempo.
Volviste...Tus ojos, poderosos, paralizaron el tiempo. Parecías una
catedral mirando a un impío. Tus manos eran campanas llamando a una
misa inmemorial, redentora. Tu pelo llamaba hermano al ángel
exterminador. Tu rostro era la furia. Y tus ojos...Escrutabas el
aire, furtiva, inquisidora, develadora de trastornos. Mirabas lo
imprevisto como se mira algo que no es cierto. Parecían llorar tus
manos, pero seguían tañendo. Te mostrabas cruel, pero sufrías. No
percibías tu cambio y le achacabas al café su inconsecuencia. Eras,
mujer, la luz que agoniza, el matiz que se corrompe y se hace blanco.
Ya no eras el color, eras la sombra. Sombra transparente, imposible.
Y sufría tu piel, manchada de recuerdos...</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
...Y se hizo presente entre la bruma el
verso claro. Despertó la verdad dormida. Y tu mirada de catedral era
ahora, nunca, siempre, de choza de palma y recinto fresco. Volvías a
ser. Ya no más los ojos vengadores. Ya no más el pelo encendido y
belicoso. Ya no más el cambio y siempre tú. Ahora sí, volviste. Te
atraparon las fragancias de entonces. Te atrapó lo que de mi quedó
en el café. Mi amor de escritorio y hojas blancas. Mi sensibilidad
cristalizada en versos. Eres. Fuiste. Serás...Un fresco de Miguel
Ángel, un bajorrelieve asirio, una madonna de Rafael, el color que
amo y la armónica sonoridad que busco. El amarillo de Van Gogh, el
azul de Rubén, el tímido rojo de tus labios...</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
...Y te vi, después de mucho tiempo.
Volvías a ser la impresión...El color...</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7299976404492561840.post-3245664726002085492013-02-05T02:27:00.002-08:002013-02-05T02:27:42.853-08:00Habla el autor de un autor<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-1Asn0q0Sglo/URDehI4VCII/AAAAAAAAA5I/4MfymGl1nsA/s1600/palabras.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-1Asn0q0Sglo/URDehI4VCII/AAAAAAAAA5I/4MfymGl1nsA/s320/palabras.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
¡Salud! <a href="mailto:Viajer@s">Viajer@s</a>
del tiempo y el espacio. Os habla el que ha creado al escritor de
estos relatos. Aunque en realidad no lo he creado exactamente. Más
bien lo rescaté del olvido y la extinción. Pude salvar la última
sílaba de su nombre antes de que desapareciera el sonido luego de
ser pronunciado por última vez. Logré rescatar el último <i>quark</i> que
se desintegraba en el vacío luego de ser pensado por última vez.
Tuve que reanimar su corazón exangüe cuando dejó de ser amado.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Su antigua creadora dejó de pensarlo,
dejó de escribirlo, pronunciarlo y amarlo y, por lo tanto, estaba
condenado a desaparecer. Era, con urgencia, un personaje en busca de
autor. Y es que sólo somos palabras. Ni siquiera somos sueños, como
sugerían Calderón y Shakespeare. Estamos hechos de palabras.
Vivimos cuando hablan de nosotros, nos piensan, nos escriben, nos
aman o nos odian. La indiferencia es la muerte. Es el vacío
absoluto. Sólo Facebook y nuestros avatares en la red nos salvan de
la extinción.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Sí ya sé que los homos digitales y
los cuánticos me dirán que sólo somos información y energía en
perpetuo intercambio con el entorno. Y los del zen me dirán que lo
que es sólo se percibe cuando se acalla la mente y se queman las
palabras en el caldero del <i>dan tien</i>. Pero es que Buda era un triste.
Lo conocí y no pude hacer nada por él. Estaba empeñado en creer
que para no sufrir tenía que hacer desaparecer el deseo, extinguir
la pasión, desechar las ilusiones, negar el mundo y la vida. El
parece que lo logró y desde entonces lo llaman “el iluminado”.
Pero eso es inhumano. Estamos hechos de deseos, pasión e ilusiones.
Y si nadie lo remedia, la vejez, la enfermedad y la muerte, tocarán
nuestra puerta algún día. Y sólo con palabras podemos darle forma
al deseo, comunicar nuestras ilusiones y desatar la pasión...Las
palabras de la afirmación del mundo y de la vida. Es un tópico muy
extendido y falso ese que reza que una imagen vale más que mil
palabras.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
El caso es que tomé los restos del
autor de estos relatos y hube de actuar con rapidez. Lo reanimé con
palabras pronunciadas mientras las escribía, logrando así un doble
efecto revitalizador. Lo convertí en escritor para darle
posibilidades de inventarse a sí mismo a discreción, aunque tomando
en cuenta que también yo lo escribo. Y para darle consistencia, lo
llevé a vivir a una ciudad sólida, concreta y antigua ¿Y cuál
mejor que Santiago de Compostela? Compostela está hecha de piedra y
de campanadas, que vienen a ser las palabras con las que se expresan
la catedral y las iglesias de la ciudad. Lo otro que tiene Compostela
es que está muy escrita. Visiten la biblioteca pública y encontrará
miles de libros sobre Compostela, guías de viaje, reseñas
fotográficas, películas, vídeos profesionales y relatos de
peregrinos. Cientos de miles de peregrinos en el mundo entero y
quizás más allá, hablan de ella, piensan en ella, escriben sobre
ella. Hablan y escriben sobre ella en casi todos los idiomas ¿Qué
más garantía de perpetuidad si a ello sumamos la piedra? ¡Ah, la
piedra! El símbolo de lo eterno a lo largo de la historia de la
humanidad.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Estos relatos tienen algo de
terapéutico porque su autor -pensado y escrito por mi- los escribió
para reinventarse a sí mismo. Y yo lo dejo creer que él se va
moldeando a sí mismo cuando soy yo el que maneja el torno del
alfarero. Lo dejo soñar con la meta autoimpuesta de llegar a ser un
hombre completo, integrado con sus luces y sus sombras, conocedor de
sí mismo y de sus múltiples máscaras, autorrealizado y pleno de
vida simbólica.</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7299976404492561840.post-40729636859488584142013-01-28T03:15:00.000-08:002013-01-28T03:16:22.723-08:00Memoria de la piedra<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-Kd-6CCME9IM/UQZddwLAf_I/AAAAAAAAA4U/MHhsFJCjOYY/s1600/PIEDRAS.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="161" src="http://3.bp.blogspot.com/-Kd-6CCME9IM/UQZddwLAf_I/AAAAAAAAA4U/MHhsFJCjOYY/s200/PIEDRAS.jpg" width="200" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Recuerdo que siempre
tomaba la piedra (¡perdón! canto rodado) entre mis manos y la
acariciaba con la esperanza de obtener, después de frotarla cual
lámpara de Aladino, la concreción de uno de esos deseos telúricos
nacidos en las entrañas del ser. También recuerdo que, apenas un
segundo después de concebir el deseo y acariciar la piedra,
desechaba la acción por ilusoria y me abochornaba por creer en esas
tonterías. Mas la piedra (el canto rodado) nunca me recriminó mis
arrebatos de racionalidad extrema y pocas veces pensó en alejarse de
aquél compañero (yo) tan descreído. Tuvieron que pasar muchos años
para que aprendiera que un hombre de conocimiento debe ante todo
creer.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Ahora pienso que ese canto
rodado (¡por fin!) siempre me tuvo cariño o, por lo menos, alguna
especial deferencia. La razón de este singular pensamiento trato de
hallarla en el día de sol en que caminaba, confundido, por Playa de
los Cocos, rodeado de surfistas y demás fauna, y de pronto la vi (o
ella me vio a mi).</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Su espalda lustrosa,
pulida por muchos siglos de agua de mar y contacto abrasivo con la
arena me recordó, irónicamente, a mi profesor de Ciencias de la
Tierra, porque una sonrisa malévola, de niño que viola un precepto
milenario, trajo a mis labios la palabra piedra. Enseguida me
trasladé al a veces destestable salón de clase y escuché las
iracundas palabras del viejo profesor Sívoli:</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">-¡Piedra no, coño! Se
dice ROCA...R-O-C-A...ROOO...CAAAA...</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">La pequeña sonrisa casi
se desató en una rotunda carcajada, pero las miradas acatarradas y
las narices respingonas de mis vecinos de playa contuvieron mi
arrebato iconoclasta. Después de todo ¿podrían saber ellos en qué
consiste la sutil diferencia entre llamar piedra o roca a un canto
rodado? También sentí la risa callada de la piedra y casi la
escuché promulgar su negativa a ser llamada roca.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Fue por aquello días
cuando empecé a notar que podía escuchar mensajes provenientes de
eso que las gentes llaman cosas, de tal manera que no me extrañó en
demasía aquél diálogo pedestre y pude saber, encantado, que ese
pequeño objeto que ahora tenía entre mis manos era de rancia
estirpe, tan viejo como Adán (y por lo visto, más afortunado) y
que, en su deambular bohemio por todas las playas y todos los mares
del mundo, era una especie de Harum-al-Raschid del reino mineral al
cual le fascinaba vivir entre las piedras olvidadas por los manuales
de mineralogía y recoger esas vivencias cotidianas, tan exquisitas
en sus detalles y siempre más suntuosas que la majestuosidad
artificiosa.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Recuerdo que era un
pedrusco versado en poesía, eximio catador de vinos (su experta
nariz había degustado el primer y rudimentario caldo producido por
el hombre), filósofo de juicios certeros y profundidad sencilla,
dueño de una presencia tan envolvente que comencé a pensar que yo
había sido elegido por él, como Ulises por las sirenas de la costa,
cuando caminaba, confundido, por Playa de los Cocos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Esa primera tarde pasó
embriagada de poesía y de bohemia pirotécnica, y aquél diminuto
pedrusco que apenas ocupaba mi puño me aprisionó de tal forma que,
al guardarlo en el bolsillo de pantalón para marcharnos, me sentí
contenido más que continente, esclavo más que amo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">El pedrusco me atrapó y
mi comportamiento con él fue un tanto egoísta. El sólo hecho de
haberlo llevado a casa y privarlo de seguir conociendo gente y
piedras fue, pensándolo a distancia, casi delictivo, un tanto
criminal. Aunque es necesario decir que él se fue conmigo en calidad
de huésped accidental, deseoso de un descanso momentáneo de una
vida errante, sin dueño y sin destino, pero nada definitivo, nunca
anquilosamiento sedentario entre almohadones.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">También diré que no fue
sólo posesividad de mi parte, pues él, contrario a su naturaleza de
ave migratoria, se vio envuelto conmigo en un afecto inusitado y tal
vez estos dos elementos, mi posesividad y su afecto, se conjugaron
para que su estadía en mi casa se alargara más de lo debido. Así,
él se convirtió en mi talismán y yo en su sombra y aunque no había
razón evidente para separarnos, yo intuía que para él lo único
permanente era el recuerdo y que, en modo alguno, debía convertirme
en un carcelero de afectos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Estas y otras reflexiones
me impulsaron a tomar una decisión a la vez lamentable y saludable.
La complicidad entre ambos era tal que me bastaba mirarlo descansando
al lado de mi antigua máquina de escribir para saber que leía
claramente mis pensamientos y -lo sé- me los agradecía.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Un día lo devolví al
mar...</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Hoy, al volver atrás la
mirada y unir los puntos del sendero de mi vida, pienso en el pequeño
pedrusco, maestro en el vivir en ese lugar mágico no contaminado por
el tiempo: el afecto.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7299976404492561840.post-49038840799018534612013-01-21T03:12:00.002-08:002013-01-21T03:12:40.528-08:00El escritor<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-d9qKjYCNkek/UP0ij-L848I/AAAAAAAAA3w/F36wgd48FwU/s1600/escritor+loco.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-d9qKjYCNkek/UP0ij-L848I/AAAAAAAAA3w/F36wgd48FwU/s1600/escritor+loco.jpg" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Después de leer muchos y voluminosos
libros sin entender nada, un buen día decidí que tenía vocación
de escritor. Comencé a ejercer mi nuevo y secreto vicio en la más
estricta de las privacidades, deleitándome egoístamente con mi
arte. Cuando salía a la calle y alternaba con el vulgo, un aire de
superioridad me rodeaba, una superioridad misteriosa y
callada...interesante. Mi comportamiento era extraño. Me aislaba de
los grupos numerosos...Perdí algunos amigos (imbéciles que no
sabían apreciar mi sensibilidad y mi talento)...¡Envidiosos, pues!
Frecuentemente me retiraba a escribir versos en los excusados y en
los bares. Fui tachado de extravagante y raro, se habló de clínicas
psiquiátricas y terapias de grupo, pero ninguno de los improvisados
doctores que me rodeaban llegó a sospechar que a esas alturas era ya
un escritor consumado.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Yo me reía de todos ellos y seguía
escribiendo mis versos, cuentos y novelas en secreto. Mi nueva
vocación se había apoderado de mi. Escribía a todas horas
encerrado en mi cuarto, a veces pasaba días enteros sin comer, y
ninguno de los vulgares mortales que me rodeaban llegaba a atisbar
siquiera mi gran secreto: ¡yo era un artista, sí, un gran artista!</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
Al cabo de cinco años de trabajar
rodeado de misterio y sin contacto con nadie, sólo con las musas,
había acumulado diez mil ochocientos cincuenta y tres relatos,
cuatrocientos cincuenta mil poemas, veinte mil ensayos y cincuenta
novelas de tres mil páginas cada una. Seguí a rajatabla el consejo
de Rubén: cuando una musa te dé un hijo, queden las otras ocho
encintas.</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
En mi cuarto ya no cabía una hoja más
y tuve que dormir sobre los manuscritos de mi gran obra, haciendo
algo de espacio para comer...Hablando de comer...¿a qué hora sirven
el rancho en este manicomio de mierda?</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7299976404492561840.post-91200617177034346292013-01-15T07:36:00.000-08:002013-01-15T07:36:02.289-08:001-. El rey de la creación<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-ZqPbf-xOMrM/UPV1cUTI6MI/AAAAAAAAA2U/Ua_X2eKMgoo/s1600/mosquito.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-ZqPbf-xOMrM/UPV1cUTI6MI/AAAAAAAAA2U/Ua_X2eKMgoo/s320/mosquito.jpg" width="261" /></a></div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
La locutora del informativo
de <b>TVE1</b> recitaba con entusiasmo el titular de la gran noticia del
día: “Apresada peligrosa banda de banqueros internacionales en un
paraíso fiscal del <b>Caribe</b>...Las pesquisas del detective privado <b>Pere
Marlone</b> condujeron a la Interpol a la captura de los integrantes de
la corporación mafiosa <i>Los Financieros</i>. La peligrosa y
escurridiza banda está integrada por 50 banqueros, brokers,
operadores cambiarios, promotores inmobiliarios, corredores de
seguros y políticos. La banda operaba en 10 países de la <b>OCDE</b> y
algunos de América Latina. <i>Los Financieros</i> son perseguidos
por <b>Interpol</b> desde hace cuatro años y están acusados de estafar más
de 500 mil millones de euros a clientes individuales, corporativos y
al tesoro público de varios países...”</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
...Bzzzzzzzzzzzzzzzzbzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzbzzzzzzzzzzzzzzzzzzbzzzzzzzzzzzzzzzzzbbbbzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzbzzzzzzzzzzzzzzzzzbzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz....</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
¡Plaff! El manotazo contra
la mejilla derecha me sacó del duermevela, pero el miserable insecto
se elevó velozmente hasta el techo. El sueño de una noche de verano
se había esfumado y lo que seguía allí no era el dinosaurio de<b>
Tito Monterroso</b>, ni la rosa de <b>Coleridge</b>, sino la amenazante,
diminuta y negra figura de un mosquito.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
Me acaricié la mejilla con
el dedo índice y percibí una roncha de dimensión respetable.
Picaba y ardía. Lancé una mirada de odio al insecto que, a su vez,
me escrutaba desde el techo. Durante largo rato estuvimos mirándonos
sin pestañear. Por la dimensión de la roncha calculé que el bicho
tenía que estar lleno de mi sangre, lo cual debía de hacerlo lento y
pesado. Me propuse acabar con la alimaña. Sin perderlo de vista,
estiré el brazo para tomar una toalla colgada sobre el espaldar de
una silla cercana. Entorché la toalla y de un salto me lancé hacia
arriba y solté un potente latigazo contra el techo.
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
Se escabulló. El color
blanco de la habitación me permitió detectarlo sobre una pared
lateral. Me recosté en la cama y analicé mi golpe. No, no estaba
tan lento el bichejo. Observé que se desplazó más lejos de mi y se
posó en la pared más extrema. Tomaba distancia. Volvió a subir al
techo. De pronto, lo perdí...</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
Inspeccione las paredes
blancas y desnudas y rastreé el techo. Por cierto, no sería mala
idea arreglar esas grietas en la pintura que no había notado hasta
ahora. La decoración minimalista no era tal, sino una
despreocupación casi absoluta por lo accesorio ¿Dónde se escondió?
¿Se camufló?...¿Cómo? ¿Dónde?...Me puse en guardia mientras
yacía...Me concentré en el oído. Me imaginé que mis orejas
crecían hasta tener el tamaño de las de un elefante. Era todo
oídos. Cerré los ojos. Mis orejas eran ahora como dos antenas
parabólicas de esas que captan los sonidos del universo...Y apareció
el zumbido. Venía de la derecha. Se acercaba. Tensé el brazo y así
con firmeza la toalla entorchada. El insecto pasó rozando mi nariz a
la velocidad del rayo. Apenas pude reaccionar. Volvió al
techo...Percibí su sonrisa burlona y fachendosa.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
Miré el reloj. Las siete y
cuarto de la mañana, pasadas. Llevaba en el pulso con el mosquito
desde que la claridad entró por la ventana. Encendí la radio en el
canal clásico. Música apropiada para el desarrollo del psicodrama
filosófico “Marlone contra el mosquito”...Tenía que acabar con
ese insecto. Pensé en el general <b>Sun Tzu</b> y en el <b>Arte de la Guerra</b>:
conoce a tu enemigo como a ti mismo. No te impacientes. La guerra es
el arte del engaño...¡Ajá!</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
Visto desde la perspectiva
del mosquito, yo era un inmenso ser puesto en este mundo por el Dios
de los mosquitos para servirle de alimento a su especie. Según este
encuadre, el mundo era de los mosquitos y como apetitoso bocado, poco
me diferenciaba de una vaca, un caballo o cualquier otro mamífero de
sangre caliente. Pero no. El Dios de los hombres, dicen los libros
sagrados, creó el mundo para nosotros los humanos. Somos los reyes
de la creación. Y este insignificante mosquito está predestinado a
perecer. No hay espacio suficiente para los dos en esta
habitación...O él o yo..No hay alternativa.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
La reflexión
antropocéntrica me llenó de vitalidad. Me erguí de un salto y la
emprendí a toallazos contra el mosquito. Una y otra vez el insecto
se escurría, desplegando maniobras aeronáuticas inverosímiles
¡Menuda performance! Luego de corretearlo unos minutos, volví a
recostarme, jadeante. Ahí estaba. Me miraba desde el techo. Oía sus
carcajadas. Me sentía ridículo, molesto e impotente...Yo, el Rey de
la creación...”Si no conoces a tu enemigo ni te conoces a ti
mismo, perderás una y mil batallas”, decía el general Sun Tzu. Y
seguía: “no odies a tu enemigo, porque te ofuscarás”.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
Obviamente estaba perdiendo
los papeles...y la guerra. Decidí cambiar de estrategia. Me dirigí
hacia la ducha. Dejé abierta la puerta de la habitacion y la del
baño. Cerré el habitáculo de la ducha y abrí el grifo de agua
caliente.
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
Sentí que estaba ahí
mientras me enjabonaba. Abrí la portezuela de la ducha y asomé la
cabeza. El vapor de agua se condensaba en el aire. Pensé en
<b>Hitchcock</b> y en la famosa escena de la ducha. Me sentí observado.
Como si el <b>Gran Hermano</b> de <b>Orwell</b> me estuviera escrutando desde su
sala de control ¿Sería el mosquito un elemento más del guión para
generar en mi algún tipo de respuesta como en el <b>Show de Truman</b>?</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
Mientras el agua disolvía
el jabón de mi cuerpo pensaba en el tipo de sociedad que tendrían
los mosquitos ¿Tendrían clases sociales? ¿O tal vez castas?
¿Tendrían políticos, sindicalistas? Este al que me
enfrentaba...¿sería de casta guerrera o principesca, o sería un
simple mosquito, un paria? No, no lo parecía. Además, sería una
afrenta que un mosquito del montón me estuviera dando la guerra de
esa manera. Me divirtió la idea de que me enfrentaba a un mosquito
de la casta guerrera ¿Tendrían sus academias militares? ¿Tendrían
los mosquitos ejército de tierra? ¿Reencarnar como mosquito es una
evolución o un retroceso? ¿Será éste la reencarnación de un
antiguo guerrero que paga un karma?</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<i>(Marlone, déjalo ya y
lárgate..Deliras...)</i></div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
No...no lo dejo. Una tensión
en el abdomen me impulsó a seguir. Tengo edad suficiente para saber
que esos apretones cósmicos deben ser seguidos sin vacilación. Por
esos días había estado leyendo a <b>Schopenhauer</b>. Este filósofo
señala que cuando uno llega a cierta edad y evoca su vida, ésta
parece haber tenido un orden, un plan, como si la hubiera compuesto
un novelista. Acontecimientos que en su momento parecían
accidentales e irrelevantes, se manifiestan como factores cruciales
de una trama elaborada.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
¿Quién compone esa trama?
<b>Schopenhauer</b> sugiere que, así como nuestros sueños incluyen un
aspecto de nosotros mismos que nuestra conciencia desconoce, nuestra
vida entera está compuesta por la voluntad que hay dentro de
nosotros. Y así como personas a quienes conocimos por casualidad se
convirtieron en agentes decisivos en la estructuración de nuestra
vida, también nosotros hemos servido inadvertidamente como agentes,
dando sentido a vidas ajenas. La totalidad de estos elementos se une
en una gran sinfonía, y todo se estructura inconscientemente con
todo lo demás. Es el grandioso sueño de un solo soñador, donde
todos los personajes del sueño también sueñan...¿Qué significado
tiene, entonces, la aparición de este mosquito?</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<i>(Marlone...¡por favor!...)</i></div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
El apretón cósmico me
empujó hacia el ordenador. Sabía que algo iba a pasar...Lo
presentía. En la tradición indostánica de <b>Los Vedas</b> se puede leer
que hay dos síntomas que revelan cuándo una persona se encuentra en
el camino hacia la <b>Iluminación</b>. El primero es una despreocupación
casi total por los problemas materiales. Las cosas pueden ir mal,
pero ya no molestan. La paz es el estado común y corriente. El
segundo síntoma consiste en la aparición recurrente de eventos
sincronísticos. Las coincidencias con significado ocurren cada vez
con más frecuencia. En esos casos me dejo llevar por el pensamiento
intuitivo, por el lado activo del infinito.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
El irremediable <b>Google</b>
desplegó la primera página de millones de entradas para la palabra
“mosquito”:
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
*<b>Costa de los Mosquitos en
Honduras y Nicaragua</b>, sus habitantes se denominan <b>miskitos</b>...</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
-¡Mira tú!</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
*<b>Hooke</b>, el secretario de la
<b>Royal Society</b>, ilustra por primera vez la larva del mosquito en su
famosa obra <i>Micrographia</i>...</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
-¡Vale!</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
*Existen 3500 especies
registradas.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
-¡Vaya!</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
*Existen en todo el planeta.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
-Pensaba que eran
tropicales...</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<b><br />
</b></div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<b>*Golfo de Los Mosquitos en
Panamá</b>...<b>Caño Zancudo, Zancudal y El Mosquito, en Venezuela..</b></div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
*Reino de Mosquitia,
protectorado británico en Nicaragua (1830).</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
-Los británicos haciendo de
las suyas...</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
*Todas las lenguas tienen un
término para la palabra mosquito: bagg (ärabe), mogi (coreano),
bung (chino), saaski (finlandés), yatuch (hebreo), knops (ruso), mbu
(swahili), moustique (francés) moscerino (italiano)...</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
*<b>Mosquito macho:</b> los machos
sorben néctar y jugos vegetales. Son chupadores, sin causar
molestias a nadie.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
*<b>Mosquito hembra:</b> sólo
pican las hembras. Necesitan extraer la sangre para la maduración de
los huevos. Precisan las proteínas de la sangre (hematófagos).</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
-¡Así que eres chica!
-dije en voz alta, mientras miraba al mosquito inmóvil en el techo.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
*Viven entre dos semanas y
un mes, según la especie.</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm;">
Me quedé pensativo... El
ardor guerrero se fue diluyendo y ya casi no quedaba nada de él al
anudarme la corbata. Mientras cerraba la puerta y bajaba las
escaleras me decía que sí, efectivamente, había sido una
sincronía...</div>
Unknownnoreply@blogger.com0